Al momento en que se nos entregó un material con lo que era “currículum” pensé de inmediato que máximo se iba a tratar de un par de definiciones ( pero no fue así) , puesto que son diversas las interpretaciones que existen en el mundo y que de una u otra manera sólo han respondido a intereses propios de quienes las han elaborado, ya que intervienen diferentes factores ( que van desde ideas políticas, religiosas, normas morales, entre otros) lo que hace que este concepto se torne aún más complejo y subjetivo (de explicar en un par de líneas). Puede que estás características hayan ayudado a que solamente tuviera una noción muy vaga de lo que era (como muchos de ustedes), pero (ahora) creo que la importancia no radica en que nosotros como futuros pedagogos debamos recordar una definición y darla a conocer explícitamente, si no que desarrollemos un currírulum implícito que responda a un contexto determinado.
Considero que los paradigmas que se deben de superar en la sala de clases son demasiados y que se arrastran desde hace mucho tiempo en la educación chilena. Porque desde que somos pequeños se nos enseña que debemos respetar al profesor, ser obedientes y poner atención (lo que ya nos hace temer de esa persona). Y por lo que creo y estoy segura que más de algunos de nosotros tuvo por educador a un dictador (y no a un profesor) que nos complicaba cuando teníamos que aprendernos de memoria varias definiciones y además teníamos que reproducirla textualmente en una prueba o que al momento de preguntar cuando alguien no entendía era un tonto y así son muchas cosas negativas que se pueden enumerar.
Por lo que nuestra labor es aún más importante porque debemos ser capaces de interactuar y aceptar críticas que nos lleven a reflexionar y auto-criticarnos acerca de lo que estamos entregando. Lo que nos servirá para ser mejores pedagogos y personas. Porque son las acciones de los profesores quienes marcan a los estudiantes y no la materia (ya que materia pasada, materia olvidada) y porque la educación se construye en conjunto ¿oh no?.
Y NO concuerdo con el señor Pánfilo Yapu Condo, que los sistemas educativos sean en general aparatos culturales que fabrican vagos, flojos, corruptos y menos que los profesores sean los cómplices. Porque si se les entregan las herramientas necesarias para que trabajen (y no todo hecho) no debería de ser así.
Considero que los paradigmas que se deben de superar en la sala de clases son demasiados y que se arrastran desde hace mucho tiempo en la educación chilena. Porque desde que somos pequeños se nos enseña que debemos respetar al profesor, ser obedientes y poner atención (lo que ya nos hace temer de esa persona). Y por lo que creo y estoy segura que más de algunos de nosotros tuvo por educador a un dictador (y no a un profesor) que nos complicaba cuando teníamos que aprendernos de memoria varias definiciones y además teníamos que reproducirla textualmente en una prueba o que al momento de preguntar cuando alguien no entendía era un tonto y así son muchas cosas negativas que se pueden enumerar.
Por lo que nuestra labor es aún más importante porque debemos ser capaces de interactuar y aceptar críticas que nos lleven a reflexionar y auto-criticarnos acerca de lo que estamos entregando. Lo que nos servirá para ser mejores pedagogos y personas. Porque son las acciones de los profesores quienes marcan a los estudiantes y no la materia (ya que materia pasada, materia olvidada) y porque la educación se construye en conjunto ¿oh no?.
Y NO concuerdo con el señor Pánfilo Yapu Condo, que los sistemas educativos sean en general aparatos culturales que fabrican vagos, flojos, corruptos y menos que los profesores sean los cómplices. Porque si se les entregan las herramientas necesarias para que trabajen (y no todo hecho) no debería de ser así.
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